Vuelvo de Viena con Diana y Lucysombra ayer, sobre las seis de la tarde.
No hemos tenido ningún problema con el vuelo y bastante suerte con los servicios mínimos del 46, -autobús interurbano, la forma más barata para llegar o salir del aeropuerto-, que esta pasando cada hora y que no esperamos más de veinte minutos -empleados en escuchar de boca de Lucia la increíble historia de Enric Duran y la causa de la manifestación anticapitalista en homenaje,-totalmente ajena aunque a favor de la huelga general convocada para ayer-, llevada a cabo por miembros del Moviment del 25S, el día 25 de septiembre que concluyó con la okupación de la antigua sede del Banco Español de Crédito en plena Plaza de Cataluña -deshabitada desde el año 2007, un año después de ser comprada por el Grupo Inmobiliario Monteverde para convertirlo en casitas de lujo con fantásticos y maravillosos locales comerciales a sus pies-,
bajo el lema: "La banca nos asfixia, la patronal nos explota, los políticos nos mienten, Comisiones Obreras y Ugt nos venden...a la mierda!!!"...tan jodídamente real...
Con el metro nos ocurre igual, tenemos suerte y justo nos pillan again los servicios mínimos, ocho minutos de espera y eso si, apretujón humano a lo Bata de Boatiné en sus mejores tiempos o a lo metro de Madrid en sus horas punta.
Ajenas a todo empezamos a recopilar información nada más llegar a casa.
Parece que la ciudad se ha levantado guerrera, no será por la brutal y represiva violencia policial sino más bien y según los putos y manipulados medios de información nacional, -leasé prensa y telediarios-, porque los ¿"antisistema"? son unxs delincuentes violentos y saqueadores que merecen por su condición de parásitos todos los males del mundo. -plis observad el video con atención-.
Qué os den por el culo a todxs los que criticáis amargamente, cabronxs, "vosotros que nos miráis desde vuestras hipotecas de mierda", desde vuestra sumisión de rodillas ante un sistema que os absorbe y envilece a base de frustración, que no sois capaces de ver que el enemigo real no son los chavalxs que se tiran a la calle para tratar de cambiar las cosas y luchar por vuestros derechos sino el sistema en el que todos vivimos inmersos que sólo quiere de nosotros su revitalización en pos de fomentar el movimiento de un capital dirigido a toda esa gente que actualmente nos muestra su feliz riqueza en pisos de tres mil metros cuadrados con los que os bombardea la televisión.
Es tan facil delegar y echar la culpa a la consciencia...
Leo comentarios fascistoides que denuncian la falsa furia de estos jóvenes "antisistema" -actualmente todo lo que vista de negro- y me parece pura envidia exaltada desde el cómodo y caro sofá pagado a plazos frente al enorme televisor de plasma y 48 pulgadas...tan jodídamente innecesarios...
Lástima que la puta represiva educación -por supuesto controlada en pos de formar una masa de trabajadorxs descerebradxs y alimentada para su feliz e inexistente libertad con drogas, alcohol, ilegal prostitución o consumismo en aras de facilitar una cómoda, aséptica y aborregada existencia- no os deje pensar y ver más allá de vuestras atrofiadas narices.
Todo lo que dicen en los informativos es una puta mentira -alles lüge- una bonita forma de justificar y disfrazar el violento desalojo ilegal de una okupación que pretendía denunciar, igual que la Huelga General, las condiciones de mierda a las que siempre hemos estado sometidos.
Una bonita forma de justificar y disfrazar los violentos abusos sufridos ayer por los manifestantes mostrando solo imágenes de coches policiales quemados y vandalismo, de nuevo ajeno, ya sabemos todxs como funcionan las cosas por aquí y quienes son los encapuchados que revientan las manifestaciones que consideran antisistema,-o sea, todas-.
Sólo tengo que mirar atrás y recordar el brutal desalojo de la UB en protesta por el Plan Bolognia y el exceso de las fuerzas de seguridad durante todo aquel día; las hostias que se repartieron en la manifestación espontánea que se convocó tras el asesinato en Atenas, a manos de un policía,
de un chaval de quince años, -Alexandros Andreas Grigoropoulos-, reventada por dos sospechosísimos encapuchados que se liaron a patadas, ante el asombro general, contra un cajero automático justificando así la consiguiente carga policial en una manifestación pacífica que protestaba precisamente contra la Violencia Policial-; la mani protesta contra la ordenanza cívica en diciembre de 2005 que acabó en Olimpiadas de Atletismo; el desalojo del Molino -okupado para ser usado como centro de formación social y evitar así su inminente destrucción-, y tantas otras...
Qué coño pasa, es que no sabéis nada de la historia de la humanidad, del puto feudalismo, de las monarquías y sus aristocráticas, aburguesadas y crapulentas manos derechas, de la dictadura fascista de la mediocre marioneta que fue Franco?
Dejad de ver culebrones y películas de Hollywood y poneros a leer libros.
Me cago en la mala educación, la mía y la de todox.
Dejo aquí información real:
Agencia de información 29-S
Nació Digital
Telenoika
Sants Tv
Cerdanyola Crida
Y del Black Blok o Bloque Negro...ni mú...para qué, si la culpa es siempre de los antisistema y okupas...qué puta mierda!!! ...y todo esto 24 horas antes de que se criminalize la okupación en Holanda con penas de tres años de carcel y se inicie el cierre de las más de doscientas okupas de Amsterdam...
P.D 1- Un abrazo para todos los detenidos, me imagino la noche que han pasado.
P.D 2- No obstante, nada me quita la sonrisa que me he traído de Viena...pero esto, ya lo cuento mañana...
jueves, 30 de septiembre de 2010
jueves, 9 de septiembre de 2010
Un brote, dos brotes, tres brotes…
Nunca se cuando va a suceder, ni mucho menos como pararlo.
Esta vez el detonante es una frustrante conversación vía sms como un desquiciante darme de cabezazos contra la pared, una quinceañera sensación de transparencia en la casa que me guarda, susceptible perdida- quizás en furtivo e insoportable ataque de mamitis aguditis-, un pastel que creí acabado paranoica con el mundo, un despertarme con el grito de un nombre envuelto en alegres y sanotas carcajadas anunciando un feliz olvido que no sé muy bien porque, no me deja –irracional- de escocer.
Preveo desde el principio cada paso y en fase de brote uno –post lunática perdida- me revelo enfadada, me echo las manos a la cabeza sin dar creditito hasta que empiezo a desbordarme indignada y se me llevan los demonios calentita mix, vuelve y revuelve el horror de dunwich y acompañándolo de cara a la pared un pupurri entre auto-negligencia, desgana, rabia y humillación que me hace vomitar dos lagrimones cabrones merecidos –con cariño- por idiota.
Me siento insurrecta a subir serotonina bajo el sol. Abro un cómic y me pierdo, olvido porque canturreaba loca esta mañana la alarma de mi móvil, asiento la resaca de vino, de porros, de ron, olvido que aún tardaré en recuperar una parte de mi y mientras, respiro despacio hasta lograr contener los latidos del corazón.
Cuando creo haber recuperado la calma vuelvo a casa y ya casi esta recogido el mantel del salón, -no pasa nada, no te rayes, ya eres mayor-, pero las sobras en la cocina me miran frías y me psicotizo ipso facto en pleno ataque de morriña fever, se enciende el pilotito de brote dos. Mejor me voy a dormir un rato, no sea que exploté enloquecida y sin razón. Me atizo un porro mariano y ruedo por el colchón.
Abro el ojo, -enrojecido y pegado por la exaltación de autocompasión que me dio por soltar antes de perderme en el lúcido caos del subconsciente-, siento hambre y consciente del resacón, –putas lágrimas cabronas-, vuelvo a la carga e intento mantenerme sobria y subir. Mi voz, una caverna al escucharme a mi misma diagnosticarle anorexia a la nevera, delata un trastorno incipiente, -ya ejerzo mañana de marujita, es tarde y no me meto ni muerta en el super con su puta, aséptica y maligna iluminación-.
Me tiro a la calle a despejarme, voy a buscar a mi chica que me pasea a mi ritmo, terca y sólida, sin necesidad alguna de hablar.
Aterrizamos en uno de mis refugios secretos dónde a veces paro a repostar, da igual el color de mis ojos sin luz.
Y me siento allí a comer algo, a leer, a subir, a pelearme en necesario aislamiento con mi herencia genética y mi mala educación. Como, bebo y sin más, desaparezco.
Ajena a todo, una proposición desde la mesa de al lado me devuelve a la realidad y salgo de Brooklyn en plenos lisérgicos y bulliciosos años sesenta para darme de bruces con un tipo de esos, -de barba descuidada y dura-, que me van, ofreciéndome, -solos en la terraza-, una cerveza más. Declino la oferta con algo que creo es una sonrisa y me sumerjo de nuevo en mi otra ficción,-aunque me lo pienso, para que negarlo, mis últimos líos han sido un absurdo total-. Zas!,videoloop.
El bar cierra temprano, aún no quiero volver así que me siento a leer cerca de una farola, fumo, pienso, me pongo triste. Mejor dejo de pensar y me vuelvo a Brooklyn pero me he clavado dos medianas y la cabeza me empieza a girar acostumbrada al salón.
Me paseo con el ojo nubladito por la zona y cuando ya no puedo soportar más al tipo que sentado -a unos tres metros escasos a mi derecha- no deja de gesticular y parlotear alone, me levanto y huyo despavorida poseida por Enjuto.
Llego a casa, a casa, caigo en la cama y en pleno e inminente ataque de invisibilidad me atizo otro mazazo en la cabeza en forma de virus zen que me desconecta con inminencia gradual –se ve que necesitaba dormir- hasta que unos contundentes gritos me devuelven abruptos a la vida -a la mañana siguiente- procedentes del salón. Brote tres recién empezado el día, tocatta y fuga.
Mal despertar, oscuro. Me explota en la cara la hiperbólica ficción que pueda ser mi reflejo, todo lo que pasa ante mis ojos me desequilibra...ahhhh!!!
Asumo el brote y lo trato con cariño, toca pelea, exorcismo, revisión...
En caso de, instrucciones a seguir:
1- No Enfadarse si gruño, sólo es un reflejo del caos interno o un posible y temporal cambio de voz.
2- Necesario aislamiento, o estoy en mitad de un ataque agudo de pantojismo o paranoica perdida trato de resolver el enigma de pi, y no hay dios que me aguante.
3- Mi edad mental puede verse ligeramente afectada así que no vendrán mal unas chuches, unos mimos o unas cañas. Si no fuera posible, según el grado de alteración, sirve con una sonrisa.
4- No suele durar más de tres o cuatro días tras los cuales todo lo que baja vuelve a subir, a veces demasiado, extremar las precauciones si salgo a comprar tabaco y tardo más de dos horas en volver.
A todxs las que lo habéis sufrido alguna vez y lo habéis superado, mi más sincera enhorabuena, un abrazo, un besito globo y muchas gracias por la exquisita paciencia...ya sabéis, que salvo estas pequeñas extravagancias, soy una chavala de
lo más normal...
:)
Esta vez el detonante es una frustrante conversación vía sms como un desquiciante darme de cabezazos contra la pared, una quinceañera sensación de transparencia en la casa que me guarda, susceptible perdida- quizás en furtivo e insoportable ataque de mamitis aguditis-, un pastel que creí acabado paranoica con el mundo, un despertarme con el grito de un nombre envuelto en alegres y sanotas carcajadas anunciando un feliz olvido que no sé muy bien porque, no me deja –irracional- de escocer.
Preveo desde el principio cada paso y en fase de brote uno –post lunática perdida- me revelo enfadada, me echo las manos a la cabeza sin dar creditito hasta que empiezo a desbordarme indignada y se me llevan los demonios calentita mix, vuelve y revuelve el horror de dunwich y acompañándolo de cara a la pared un pupurri entre auto-negligencia, desgana, rabia y humillación que me hace vomitar dos lagrimones cabrones merecidos –con cariño- por idiota.
Me siento insurrecta a subir serotonina bajo el sol. Abro un cómic y me pierdo, olvido porque canturreaba loca esta mañana la alarma de mi móvil, asiento la resaca de vino, de porros, de ron, olvido que aún tardaré en recuperar una parte de mi y mientras, respiro despacio hasta lograr contener los latidos del corazón.
Cuando creo haber recuperado la calma vuelvo a casa y ya casi esta recogido el mantel del salón, -no pasa nada, no te rayes, ya eres mayor-, pero las sobras en la cocina me miran frías y me psicotizo ipso facto en pleno ataque de morriña fever, se enciende el pilotito de brote dos. Mejor me voy a dormir un rato, no sea que exploté enloquecida y sin razón. Me atizo un porro mariano y ruedo por el colchón.
Abro el ojo, -enrojecido y pegado por la exaltación de autocompasión que me dio por soltar antes de perderme en el lúcido caos del subconsciente-, siento hambre y consciente del resacón, –putas lágrimas cabronas-, vuelvo a la carga e intento mantenerme sobria y subir. Mi voz, una caverna al escucharme a mi misma diagnosticarle anorexia a la nevera, delata un trastorno incipiente, -ya ejerzo mañana de marujita, es tarde y no me meto ni muerta en el super con su puta, aséptica y maligna iluminación-.
Me tiro a la calle a despejarme, voy a buscar a mi chica que me pasea a mi ritmo, terca y sólida, sin necesidad alguna de hablar.
Aterrizamos en uno de mis refugios secretos dónde a veces paro a repostar, da igual el color de mis ojos sin luz.
Y me siento allí a comer algo, a leer, a subir, a pelearme en necesario aislamiento con mi herencia genética y mi mala educación. Como, bebo y sin más, desaparezco.
Ajena a todo, una proposición desde la mesa de al lado me devuelve a la realidad y salgo de Brooklyn en plenos lisérgicos y bulliciosos años sesenta para darme de bruces con un tipo de esos, -de barba descuidada y dura-, que me van, ofreciéndome, -solos en la terraza-, una cerveza más. Declino la oferta con algo que creo es una sonrisa y me sumerjo de nuevo en mi otra ficción,-aunque me lo pienso, para que negarlo, mis últimos líos han sido un absurdo total-. Zas!,videoloop.
El bar cierra temprano, aún no quiero volver así que me siento a leer cerca de una farola, fumo, pienso, me pongo triste. Mejor dejo de pensar y me vuelvo a Brooklyn pero me he clavado dos medianas y la cabeza me empieza a girar acostumbrada al salón.
Me paseo con el ojo nubladito por la zona y cuando ya no puedo soportar más al tipo que sentado -a unos tres metros escasos a mi derecha- no deja de gesticular y parlotear alone, me levanto y huyo despavorida poseida por Enjuto.
Llego a casa, a casa, caigo en la cama y en pleno e inminente ataque de invisibilidad me atizo otro mazazo en la cabeza en forma de virus zen que me desconecta con inminencia gradual –se ve que necesitaba dormir- hasta que unos contundentes gritos me devuelven abruptos a la vida -a la mañana siguiente- procedentes del salón. Brote tres recién empezado el día, tocatta y fuga.
Mal despertar, oscuro. Me explota en la cara la hiperbólica ficción que pueda ser mi reflejo, todo lo que pasa ante mis ojos me desequilibra...ahhhh!!!
Asumo el brote y lo trato con cariño, toca pelea, exorcismo, revisión...
En caso de, instrucciones a seguir:
1- No Enfadarse si gruño, sólo es un reflejo del caos interno o un posible y temporal cambio de voz.
2- Necesario aislamiento, o estoy en mitad de un ataque agudo de pantojismo o paranoica perdida trato de resolver el enigma de pi, y no hay dios que me aguante.
3- Mi edad mental puede verse ligeramente afectada así que no vendrán mal unas chuches, unos mimos o unas cañas. Si no fuera posible, según el grado de alteración, sirve con una sonrisa.
4- No suele durar más de tres o cuatro días tras los cuales todo lo que baja vuelve a subir, a veces demasiado, extremar las precauciones si salgo a comprar tabaco y tardo más de dos horas en volver.
A todxs las que lo habéis sufrido alguna vez y lo habéis superado, mi más sincera enhorabuena, un abrazo, un besito globo y muchas gracias por la exquisita paciencia...ya sabéis, que salvo estas pequeñas extravagancias, soy una chavala de
lo más normal...
:)
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